El concepto de alimentación como hecho cultural es el más importante de todos los que se tratan en este bloque. No sólo porque una cultura se define muchas veces por la forma que tiene de comer, por los productos que utiliza o por la forma de cocinarlos, sino porque, como se dice en uno de los apartados, casi todos los momentos más importantes de nuestras vidas los celebramos en torno a una mesa.
Este es el aspecto que debemos potenciar en nuestros alumnos: comer no es solo engullir para acabar pronto. Comer es reunirse alrededor de la mesa, con la familia, con los amigos, y hacerlo de forma relajada, saboreando los alimentos, disfrutando de los sabores. Sin la televisión o el móvil en la mano.
Asimismo, educar al adolescente en el aprovechamiento de alimentos es fundamental: no se debe arrojar comida a la basura, hay que “customizar” (ese “palabro” tan de moda) los restos, no sólo para ahorrar, sino para fomentar el buen uso de los alimentos.
Las nuevas técnicas culinarias permiten, además, una mayor variedad, por ello habrá que aprovecharlas para que el adolescente aprenda a comer “de todo”, y no sólo alimentos precocinados.
Y todo ello desde la información importantísima que nos proporcionan las etiquetas de los alimentos, que incluyen información nutricional que debemos aprovechar para elaborar una dieta equilibrada, nutritiva y apetecible.
