Los centros de enseñanza deben intentar educar a los niños y adolescentes en todos o casi todos los órdenes de la vida. Y el tema de la nutrición y del ejercicio físico son esenciales para su desarrollo.
Los comedores escolares contribuyen al equilibrio alimenticio de los alumnos proporcionando unas pautas que deberían repetir en casa. La distribución de los diferentes grupos de alimentos a lo largo de la semana es esencial en la elaboración de los menús del comedor del centro. Aseguran que los alumnos, al menos en una comida del día, mantienen una alimentación equilibrada y sana.
Pero la alimentación correcta debe ir complementada por el ejercicio físico, que en los niños y adolescentes debe ser elevado, ya que están formando su cuerpo y, sobre todo, sus hábitos futuros.
Tanto alimentación sana y equilibrada como actividad física son aspectos que deberían formar parte de sus hábitos. Y esta es la etapa en la que esos hábitos se pueden consolidar definitivamente.
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