Una de las dietas más populares es conocida como Dieta Disociada y se fundamenta en que lo que contribuye al aumento de peso no son las calorías o la energía de los alimentos en sí, sino el consumo de determinadas combinaciones de los mismos. La Dieta Disociada permite consumir casi todo tipo de alimentos, pero nunca mezclados dentro de una misma comida, porque el sistema digestivo, en teoría, no estaría adaptado para asimilar por separado las grasas, azúcares o proteínas si se toman juntos.
Sin embargo, casi todos los alimentos son una mezcla de carbohidratos, proteínas y grasas; estos son imposibles de separar, y además nuestro sistema digestivo está diseñado para digerir y absorber los diversos nutrientes que contienen los alimentos sin importar la concentración de cada uno de ellos.
Hay que tener en cuenta que al hacer una dieta de muy bajo valor calórico, como la dieta disociada, se pueden sufrir malestar general, alteraciones gastrointestinales, estreñimiento, intolerancia al frío, sequedad de la piel, mareos, caída del cabellos, contracturas musculares, insomnio, ansiedad, irritabilidad e incluso depresión.
Para una buena alimentación los expertos recomiendan variedad y cantidades suficientes, ya que para adelgazar con la comida no hay secretos: comer de todo pero en su justa medida.Y como siempre ocurre con todas las dietas, es imprescindible consultar con un especialista antes de iniciarla, pues hacer regímenes por cuenta propia puede ser muy perjudicial para la salud.
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